En Ofertas Multimediadamos diariamente soluciones a diversos problemas. Nuestro equipo de expertos se encuentra con casos complicados que muchas veces además de molestos tienen un importante coste económico. Y a veces no es suficiente con instalar una cámara de vigilancia, hay que dar una solución creativa como ocurre con las cámara de vigilancia wifi ocultas en objetos cotidianos. Como en este caso de éxito donde el protagonista es un vecino muy molesto.
La historia que nos comentaba un cliente nos dejó sorprendidos. En el edificio de su comunidad de vecinos, donde había personas mayores y de movilidad reducida, tenían un aparato para que los vecinos en sillas de ruedas pudieran bajar las escaleras de la finca. Puesto que al ser un edifico antiguo no disponía de un ascensor. Un aparato muy caro y necesario para que las personas de movilidad reducida pudieran salir a la calle y tener cierta autonomía. El caso es que desde hacía dos meses alguien estaba saboteando el aparato dejándolo inservible, lo que provocaba un doble problema: por un lado la reparación suponía un coste muy elevado para la comunidad de vecinos, pero por otro lado ocasionaba grandes molestias a las dos personas de movilidad reducida que durante los días de reparación tenían que permanecer en sus casas sin poder salir a la calle.
La situación era insostenible tanto en lo económico como en lo persona así que el presidente de la comunidad nos pidió una cámara de vigilancia para poder grabar a la persona que estropeaba el aparato elevador. Y así, con una grabación de vídeo cámara, podrían denunciar los destrozos que ocasionaba. El problema es que no se sabía cuándo podía actuar el gamberro, así que necesitaba una cámara de vigilancia con sensor de movimiento. Para que así empezara a grabar tras ser activada por sensor de movimiento, y además que la grabación fuera enviada al teléfono móvil Smartphone o al ordenador. Por lo tanto lo que necesitaba era una cámara de vigilancia IP wifi, que permite ver lo que está ocurriendo en tiempo real además de realizar una grabación para tener una prueba de los daños ocasionados. Lo que parecía una solución fácil al comprar una cámara de vigilancia ip inalámbrica wifi con visión nocturna suponía todo un reto legal. Puesto que a pesar de que todos los vecinos estaban conformes con instalar la cámara de vigilancia IP wifi, había que poner en la zona de grabación un cartel con el aviso legal de que la zona estaba siendo vídeo vigilada. Lo que pondría en alerta al gamberro que se dedicaba a manipular el elevador, dejando en saco roto los más de 2000 euros que habían gastado en las reparaciones del aparato. Ante este reto el equipo de Ofertas Multimedia procedió a dar una ingeniosa solución:
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Instalar una bombilla espía con cámara de vigilancia IP wifi en el techo del pasillo donde comenzaba las escaleras y donde el elevador permanecía en espera hasta que un vecino lo necesitara para subir las escaleras de su casa. Así la cámara oculta escondida en una bombilla led permitiría grabar al vecino molesto gracias a su sensor de movimiento.
- Colocar un cartel con el aviso legal de "Zona vídeo vigilada” que colocaron en la entrada del portal.
- Instalar una cámara de vigilancia falsa que apuntaría hacia el portal pero dejando un ángulo muerto para así poder dejar margen de maniobra para que el vecino molesto actuara con total impunidad.
Gracias a nuestra estrategia el vecino molesto cayó en la trampa. Tras tres semanas de inactividad volvió al edificio y vio la cámara de vigilancia falsa, pero comprobó que había un ángulo muerto donde podría hacer sus destrozos sin ser grabado por la cámara de vídeo vigilancia. Pero no actúo en ese momento, espero dos días para volver de noche y así poder actuar sin ser visto. Se colocó en el ángulo muerto de la cámara de vigilancia y procedió a destrozar de una patada el botón que activaba el elevador. Tal y como estaba previsto la cámara de vigilancia IP wifi se activó al detectar el movimiento, procediendo a grabar la actuación del vecino molesto a la vez que enviaba un SMS al móvil del presidente. Que pudo ver en tiempo real los destrozos del gamberro y salir a su encuentro. A pesar de las excusas del vecino molesto, que alegó que el elevador ya estaba así cuando llegó, la grabación pudo permitir denunciar al vecino, que no era del mismo edificio sino de un contiguo, y sancionarle con una indemnización más el pago del coste económico de las reparaciones del elevador. Lo mejor es que la persona denunciada no pudo reclamar que se vulneraba su privacidad ya que la comunidad de vecinos había cumplido con la obligación legal de comunicar que un cartel que la zona estaba siendo vigilada. Por poco más de 100 euros, con la compra de la bombilla espía con cámara de vigilancia IP wifi y la cámara de vigilancia falsa se pudo recuperar y evitar miles de euros en gastos de reparación.